¿Cómo educarlo a un Labrador?
En los momentos de juego,
uno puede aprovechar para enseñarle (ya que uno será el centro de la atención
del perro si está jugando con él) buenos modales (recordemos que seguiré siendo
un perro con instinto de juego y de movimientos bruscos) como sentarse,
quedarse quieto, etcétera. Para esto, es preferible que no se le coloque la
correa, ya que de lo contrario aprenderá a comportarse con ella puesta y cuando
se la quites, se pondrá inquieto.
Para educarlo, a veces se
puede dar premios, como por ejemplo si se comporta bien, darle algo de comer
(lo cual no significa que si lo hace mal no haya que alimentarlo, todo lo
contrario); pero esto no es muy recomendable ya que en otros casos el perrito
se costumbre a recibir algo de premio y si no se lo dan no obedece.
Cosas que NO debes hacerle
No es necesario gritarle al
labrador para que obedezca, esto no hará más que aturdirlo y molestarlo.
Tampoco se le deben dar indicaciones contradictorias, que un día se le permita
algo y otro no. Esto solo lo confundirá y lo hará a hacer lo que no quieres.
Como ya leíste, el labrador
es un perro por naturaleza adorablemente amable hasta con los extraños, pero
esto no significa que debas obligarlo a ladrarle a los intrusos ya que no está
en su instinto.
No debes pasearlo siempre
con correa.
No debes permitirle costarse
en los sillones, que es muy cómodo si se acostumbrara a hacerlo cuando quiera.
Esto es algo que debes tener en cuenta: como los niños, los perros si uno los
deja hacer lo que quieran, se mal acostumbrarán y o te obedecerán (por esto es
que no debes mimarlo demasiado como si se tratara de un cachorro).
Tampoco debes castigarle hundiéndole
el hocico en sus propios desechos si es que los hace donde no debe (es un animal acostumbrado a hacerlo donde quiere como cualquier otro excepción del
humano).
Sobre todo JAMÁS DEBES
GOLPEARLO porque esta raza de perro no tolera ser golpeado, gritoneado ni
maltratado. De lo contrario, comenzará a tener malas conductas.
Alimentación
La alimentación que
diariamente debe recibir un perro de esta raza es:
*Comida casera: 900 g.
*Comida húmeda: 1500 g.
Esta raza de perros es de
las que nunca se llenan y están siempre hambrientos, por esta razón y porque suelen
abalanzarse sobre la comida, es mejor alimentarlos solo 2 veces al día; de este
modo se evita cualquier riesgo de que se le revuelve el estómago.
Debe ser regañado si es que
roba comida.
Excepcionalmente se le deben
dar golosinas, como es en el caso de los premios en el aprendizaje que mencioné
antes.
Si aunque su alimentación
cumple con todo ,parece estar engordando, debes controlar bien de cerca para
descubrir qué está fallando.
No olvides hacerlo realizar
actividades deportivas ni cepillar sus dientes (cuida que no se trague la crema
dental ni le den ahorcadas).
Cosas que no debes hacerle
(alimentación)
No debes darle
frecuentemente golosinas ni compartirle tu comida (o las sobras de ella).
No debes alentarlo a
mendigar comida a lo largo del día.
Cuida que no se acerque
demasiado la mesa donde tu comes, tus alimentos pueden caerle muy mal. También
cuida que no se hacerse ni al cubo ni las bolsas de basura.
Mal guardián
Si hay algo que puede ser
uno de los mayores defectos, es que el labrador aunque posea un gran tamaño no
es un buen guardián: es demasiado bueno. Si un extraño entra a la casa, de
inmediato se pone amistoso y busca caricias.
A pesar de esto, posee un
gran instinto protector tanto para sí mismo como para su familia, ladra en
señal de rechazo.
Además, hay muchas historias
reales en las que los labradores salvaron a sus amos.
El
aseo
Casi siempre, los perros sienten deseos
de hacer sus necesidades al despertar, después de comer o de jugar; entonces
comienzan a realizar es típico movimiento circular encabezado por la nariz
pegada al suelo... Que indica que buscan un lugar para aliviarse... Por esto
deberás estar muy atento/a los primeros días. No olvides que no debes golpearlo
si lo hace donde no debe (si lo atrapas justo haciendo lo que no debe, tómalo
por la piel del cuello no muy fuerte diciéndole "¡No!". En las
primeros paseos, enséñale las alcantarillas y cada vez que lo haga correctamente
felicitarlo dándole alguna golosina.
En la casa, coloca hojas de diario en el
suelo d su habitación y enséñale que allí es dónde debe hacer sus necesidades.
d este modo aprenderá a hacerlo allí con tal de no ensuciar su entorno. Si tu
casa tiene un jardín, colócale un camino de diarios formado poco a poco que
lleve hasta el patio; finalmente el cachorro aprenderá a seguirlo y hacer allí
sus excrementos.





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